A medida que el clima cambia y los días se acortan, el bonsái necesita ajustes en su nutrición para prepararse para el otoño. En esta etapa, la fertilización es clave para fortalecer el árbol antes del invierno, pero es importante elegir el tipo de abono y la dosis adecuada.
¿Por qué es importante abonar en otoño?
🍂 Acumulación de reservas: Los árboles comienzan a almacenar energía en raíces y ramas para soportar el frío.
🌱 Fortalecimiento general: Un bonsái bien nutrido resistirá mejor las bajas temperaturas y posibles plagas.
🌿 Desarrollo equilibrado: El tipo de abono influye en cómo el árbol redistribuye sus nutrientes antes de la dormancia.
Qué tipo de abono usar en otoño
En esta etapa, el bonsái necesita menos nitrógeno (N), ya que el crecimiento de hojas y ramas disminuye. Lo ideal es usar un fertilizante con una proporción equilibrada o ligeramente mayor en fósforo (P) y potasio (K), como:
✔ Abonos orgánicos sólidos: Liberación lenta y equilibrada, ideal para especies caducas y coníferas.
✔ Fertilizantes líquidos bajos en nitrógeno: Aplicación controlada para evitar un crecimiento desmedido antes del frío.
✔ Fertilizantes ricos en fósforo: Ayudan a fortalecer las raíces para el invierno.
Cómo y cuándo abonar
📆 Frecuencia: Cada 15 a 30 días, dependiendo del vigor del árbol y el tipo de fertilizante.
💧 Después del riego: Para evitar quemaduras en las raíces, siempre aplica el fertilizante con el sustrato húmedo.
⚠ Evita excesos: Un abonado inadecuado en esta época puede generar brotes débiles que no resistirán el invierno.
Cuándo no abonar
🚫 Si el bonsái está débil o enfermo.
🚫 Si ya ha entrado en dormancia (especialmente en especies caducas).
🚫 Si se espera un trasplante inminente (en ese caso, abonar después de la recuperación).
Con un abonado adecuado en otoño, tu bonsái se fortalecerá y enfrentará mejor la llegada del frío. Ajusta la nutrición según su especie y estado, y prepárate para disfrutar de su transformación otoñal.